El fútbol femenino en Estados Unidos vuelve a vivir tiempos convulsos. El país referente en este deporte vuelve a estar en el foco de la polémica por una amenaza de huelga por parte de las jugadoras de la NWSL.
A pocos días de arrancar la pretemporada, prevista para el 1 de febrero, la incertidumbre es total. Las jugadoras se están planteando no comenzar la competición si no alcanzan un acuerdo de convenio colectivo con la National Women’s Soccer League.
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La NWSL está formada por 12 equipos. Existe una Asociación que protege los derechos de las futbolistas, pero al no haber un convenio colectivo aprobado, la normativa legal queda en el aire, por lo que hay diversos temas pendientes de ser regulados. El panorama está muy lejos del deseado por las futbolistas, entre ellas estrellas de la dimensión de Megan Rapinoe o Alex Morgan, que no están dispuestas a comenzar la competición sin estar amparadas por un marco legal.
La medida podría ser una medida de presión para poner en alerta a la población sobre la situación del fútbol femenino. Cabe recordar que la mayoría de jugadoras en Estados Unidos son iconos deportivos y que siempre se han ganado el apoyo del público en sus luchas por la igualdad y por las mejoras en su deporte.