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Polémicas declaraciones

Pablo Iglesias no se retracta pero se ve obligado a admitir que el "contexto histórico" de Puigdemont y los exiliados del franquismo es distinto

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El vicepresidente no protagoniza una disculpa pública y saca pecho del compromiso de su formación con los republicanos, los exiliados y la memoria histórica.

Iglesias no retira sus palabras sobre el exilio de Puigdemont: "Lecciones, ninguna" EL MUNDO (Vídeo) // ATLAS (Foto)

La polémica no se apaga. El vicepresidente Pablo Iglesias comparó a la situación de Carles Puigdemont con las de los exiliados republicanos por la dictadura, lo que ha desatado una lluvia de críticas del resto de partidos -desde Vox hasta el PSOE- y de las asociaciones de memoria histórica y descendientes de exiliados. Iglesias, que no ha protagonizado una rectificación como tal ni ha pedido disculpas, ha dicho ahora que los contextos históricos "son diferentes, eso no es opinable".

Su comparación no sólo ha despertado críticos, sino también incomodidad en su formación, sobre en los comunes, el sector catalán de Podemos, muy beligerante en todo lo que concierne al republicanismo. Este mismo martes Ada Colau marcaba distancia con Iglesias: "No es equiparable la situación de Puigdemont con la de los republicanos españoles que huían de una dictadura fascista". Eso sí, ha pretendido echar un capote diciendo que "fue el periodista quien hizo la comparación".

Iglesias no ha sido tan contundente en su primera aparición pública. Se ha limitado a admitir, tras todas las críticas, no sólo políticas, que los "contextos históricos son diferentes". Una frase que ha repetido hasta en tres ocasiones antes de intervenir en la conferencia de embajadores. Pero mantuvo que el ex presidente de la Generalitat es un exiliado.

Es el camino decidido en Podemos para reconocer el error. No se piden disculpas expresas ni públicas, se apela a los contextos, algo que ya hicieron ayer portavoces como Isa Serra, Jaume Asens o Pablo Echenique, enmendando la papeleta a su líder.

El vicepresidente y Podemos apuestan por descargar la responsabilidad de esta polémica no en sus palabras, sino en los partidos de la oposición (PP, Cs y Vox) y en los medios -Echenique habla, incluso de "gilipollez invent"-. "Es muy llamativo que fuerzas políticas y poderes mediáticos que han estado en contra de la Ley de Memoria Histórica, se acuerden ahora de los republicanos españoles. Espero que esto sirva para que los partidos de la derecha y la ultraderecha apoyen esta ley", es la defensa al ataque de Iglesias.

"El compromiso de mi fuerza política con los republicanos, los exiliados y la memoria histórica no está en cuestión. Defendemos además que algunos republicanos españoles puedan regresar y tengan un enterramiento con honores de Estado, que es lo que merecen como demócratas", ha sostenido, visiblemente molesto Iglesias. "En este país quien ha humillado a los republicanos y a los antifascistas es quien ha permitido que sigan enterrados en fosas comunes".

En su exposición, no obstante, Iglesias mantiene esa predisposición a situarse como interlocutor de referencia con las formaciones independentistas. De ahí que no haya una rectificación explícita y que siga lanzando guiños como "no me voy a sumar a la criminalización del independentismo, el vasco y catalán"; "si lo que pretenden algunos es que yo me sume a la criminalización del independentismo, para eso ya tienen a muchos políticos. A mi no".

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