Política
Cierre de campaña

Ciudadanos: último impulso para liderar la oposición

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Albert Rivera mantiene la tensión hasta el último momento para convertirse en el principal adversario del PSOE

Ignaci Aguado y Albert Rivera, junto al candidato de Cs por Alcalá de...
Ignaci Aguado y Albert Rivera, junto al candidato de Cs por Alcalá de Henares, Miguel Ángel Lezcano. Fernando Villar EFE

Albert Rivera se toma las elecciones municipales, autonómicas y europeas como una segunda vuelta de las generales, como una oportunidad para romper el empate técnico con el PP -se quedó a 0,8 puntos- y gobernar plazas clave como la Comunidad de Madrid.

El primer objetivo de Cs es superar al PP, no en votos en las municipales, ya que no se presenta en todos los municipios, pero sí en comunidades y ciudades importantes.

En Madrid, por ejemplo, Cs ya superó al PP en las generales. Y el candidato naranja, Ignacio Aguado, asegura estar «a un escaño» de sumar con PP y Vox, desbancar a la izquierda e incluso liderar uno de los gobiernos más importantes de España.

Como aseguró hoy Rivera en su cierre de campaña en Hortaleza -un distrito madrileño de 190.000 habitantes donde Cs ganó las elecciones con el 24,5% de los votos-, «para gobernar España tenemos que gobernar Madrid».

En los últimos 15 días, Rivera ha intentado mantener la tensión de la campaña de las generales. Para ello, ha seguido una línea muy crítica y agresiva con cada movimiento de Sánchez. Y ha perfilado las líneas maestras de su trabajo en la oposición.

Rivera tensó la reunión con el presidente en Moncloa, fue el único portavoz que respondió desde su escaño a los independentistas en la sesión constitutiva de las Cortes, y viajó el jueves a Miravalles (Vizcaya) para enfrentarse a los que «legitiman a los asesinos». Hoy mismo, comparó en su último mitin a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, con la ex presidenta procesada del Parlament, Carme Forcadell.

Tensión con Pedro Sánchez

Todo para mantener la máxima tensión con Sánchez, con sus socios nacionalistas y demostrar así que ya «lidera la oposición», según reiteran, ante un Pablo Casado que va «dando bandazos como un pollo sin cabeza», como aseguró a EL MUNDOLuis Garicano, el candidato de Cs en las europeas.

La campaña de Rivera ha sido atípica. No ha recorrido España haciendo mítines. Sus escapadas han sido contadas. En lugar de eso, ha preferido perfilar la oposición que quiere hacer al Gobierno, muy vigilante ante cualquier gesto hacia los independentistas.

El 26-M, la cúpula de Cs contendrá el aliento. Si sus resultados son buenos y los del PP, malos, la dirección espera movimientos tectónicos en la formación popular. Eso sí, la mayoría afirma que lo que les conviene es que Casado se atrinchere en Génova.

La gran duda es la participación. Si se mantiene alta en las europeas, Cs cree estar en condiciones de superar al PP. Algunos sondeos le sitúan sólo un punto por debajo.

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