Después de contemplar durante dos semanas cómo la Generalitat de Cataluña volcaba sus esfuerzos en culpar al Estado de la expansión del coronavirus en esta comunidad, surge con fuerza la contestación interna a la gestión que el Ejecutivo presidido por Quim Torra está realizando de la crisis sanitaria, cuando la epidemia ya ha contagiado a 14.263 personas y causado 1.070 muertes en la segunda comunidad autónoma española más azotada, sólo por detrás de la Comunidad de Madrid.
El más inesperado e incómodo frente se le abrió al president en Igualada. Pese a militar en el PDeCat, el alcalde de la población confinada hace dos semanas por la Generalitat estalló este viernes contra el Govern. "Que se ponga las pilas. La gente no puede tener la sensación de que nos han encerrado y han tirado la llave", exclamó Marc Castells en una rueda de prensa convocada sin más vocación que recriminar al Ejecutivo de Torra la sensación de abandono que cunde entre los 70.000 habitantes de la población barcelonesa y sus localidades limítrofes.
"No se puede entender que estemos en una situación de tan alta mortalidad y nadie venga a hacer los test. Es inadmisible", prosiguió el primer edil, que pidió a la Generalitat destinar 20.000 de las 50.000 pruebas que esperaba recibir este viernes a la conocida como cuenca de Òdena por ser el suyo un "caso extremo".
Esta demarcación concentra el 1% de la población de Cataluña, pero suma más del 10% de los fallecidos en la comunidad. Y la cifra podría dispararse si se confirma que los 25 fallecidos en las residencias geriátricas de las poblaciones de Capellades y Olesa de Montserrat -cercanas a Igualada, pero fuera de los límites del confinamiento- están vinculados a este agresivo foco de contagio.
"No tenemos mascarillas, ni batas"
Tras comprobar cómo el Covid-19 se cebaba con los geriátricos de la Comunidad de Madrid, las residencias catalanas decidieron denunciar que su situación es también insostenible y alzar la voz contra la Generalitat por su ineficaz atención durante esta crisis sanitaria a los centros que gestiona.
"Hay pánico entre los trabajadores y tenemos entre un 70% y un 80% de absentismo laboral", advirtió Marta Llopis, la directora de ACRA, la asociación mayoritaria de geriátricos en Cataluña. "La situación de los centros de 70 plazas o menos es dramática: no tenemos mascarillas, ni batas, no podemos aislar a los contagiados, ni hacer test", añadió Vicente Botella, presidente de la Unión de Pequeñas y Medianas Residencias.
La Generalitat cifra en 310 sobre un total de 64.000 residentes en geriátricos los afectados por coronavirus, pero fuentes del sector apuntan que son "muchos más" los contagiados ante la falta de control de la Administración catalana sobre las residencias.
La comprometida situación de los geriátricos llevó este viernes al Ayuntamiento de Barcelona a exigir a la Generalitat que active de manera inmediata un plan de actuación e intervención de las residencias públicas y con plazas concertadas tras constatar que los recursos humanos y materiales asignados por el Ejecutivo catalán son del todo "insuficientes".
Colau no se siente representada por Torra
El Consistorio barcelonés dio la voz de alarma tras detectar que el 25% de los fallecidos por coronavirus en la ciudad son ancianos de residencias y recibir "numerosas notificaciones de familiares en las que constatan una situación de abandono por parte de la Generalitat", lo que ha llevado a la dirección de algunos geriátricos a solicitar la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) "después de no recibir respuesta del Govern".
"No entiendo que Torra se pase todo el día hablando del confinamiento total y que competencias que le son propias no se estén gestionando con el máximo esfuerzo", recriminó Ada Colau al president. La alcaldesa de Barcelona subrayó el caso de los geriátricos desatendidos por el Ejecutivo catalán. Colau dijo no sentirse representada por Torra cuando convierte el debate en "Madrid lo hace todo mal y Cataluña todo bien".
Y esa sigue siendo la estrategia del Govern, que este viernes volvió a recurrir a los ataques al Gobierno para disimular su responsabilidad en la crisis, mientras el sindicato mayoritario de la sanidad catalana, Metges de Catalunya, le denunciaba ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que le obligue a dotar a sus sanitarios de los medios necesarios para protegerse del coronavirus.
Que Sánchez renuncie al mando único
La portavoz del Ejecutivo catalán reclamó a Pedro Sánchez que revierta la "recentralización" de las competencias de la Generalitat en Sanidad y Seguridad. Esto es, que renuncie al mando único derivado del estado de alarma para privilegiar a Cataluña y permitirle tomar sus propias decisiones para combatir al coronavirus.
En paralelo, trascendía que el Govern ha solicitado ayuda por primera vez al Ejército para desinfectar un centro tutelado de menores en Badalona, después de una semana despreciando la labor de los militares españoles en Cataluña.
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