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Investidura parlamentaria

ERC pidió a Sánchez que llamara a Torra como gesto de distensión

El 'president' ha estado reclamando a Sánchez esa llamada desde octubre

Pedro Sánchez, a su llegada a la cumbre de Bruselas. En vídeo, declaraciones de Sánchez sobre ERC.Vídeo: EFE | ATLAS

La llamada que va a hacer Pedro Sánchez a Quim Torra, un gesto evidente de distensión, fue una petición expresa de ERC para facilitar las negociaciones de la investidura, según admiten fuentes de los dos partidos. La formación de Oriol Junqueras incluso presumió públicamente de haber sido la promotora de ese “gesto” de buena voluntad, que sin embargo el presidente de la Generalitat rebajó para exigir a continuación una relación bilateral con el Gobierno. Sánchez, desde Bruselas, agradeció a ERC que no se desentienda de la gobernabilidad de España.

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El anuncio de Pedro Sánchez de que llamaría por teléfono a Quim Torra en el marco de una ronda de conversaciones con los 17 presidentes de comunidades autónomas sobre la investidura —y después de semanas en las que se negó a ponerse al teléfono con el president, acusándole de gobernar solo para los catalanes independentistas— volvió a evidenciar la división entre Junts per Catalunya y ERC. No solo en los planteamientos políticos, sino también en la estrategia. El president ha estado reclamando a Sánchez esa llamada desde octubre, y publicitó varias veces que nadie le respondía desde La Moncloa. Sin embargo, cuando el presidente en funciones anunció este miércoles que le iba a telefonear, la reacción desde la sede de la Generalitat fue de cierto desdén: el Ejecutivo de Torra lo tildó de gesto “vacío y estéril” que no soluciona el conflicto.

La portavoz del Govern y consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, respondió al anuncio de Sánchez con el argumentario habitual de la Generalitat: reclamando “respeto institucional”, una relación bilateral entre los dos Gobiernos y el “reconocimiento de los sujetos políticos” que permita “dar salida a la autodeterminación y el fin de la represión”. La portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, explicó en una entrevista en Nació Digital que fueron los republicanos quienes, en el curso de las negociaciones con los socialistas, reclamaron que Pedro Sánchez llamara a Torra. “Le pedimos que se tenían que respetar las instituciones catalanas y a sus máximos dirigentes y que hacía falta una llamada al presidente como gesto”, aseguró Vilalta.

Para el Govern, sin embargo, se trata de “gestos vacíos y estériles”, en expresión de la consejera Budó. Quim Torra siempre ha rechazado el “café para todos” que, a su entender, implica ahora la llamada de Sánchez, que será la segunda de la ronda que realice el presidente en funciones. Primero hablará con el lehendakari, Íñigo Urkullu. El presidente en funciones seguirá de esta manera el protocolo en función de la antigüedad de los Estatutos de autonomía y que determina también, por ejemplo, la distribución en una mesa donde están representadas las 17 comunidades o el orden en el que se colocan las banderas de cada uno de esos territorios.

“El tema no se soluciona con una llamada de Pedro Sánchez dentro de una ronda de llamadas a los presidentes de las 17 comunidades autónomas”, dijo Budó, quien insistió en reclamar que “el conflicto político de Cataluña se solucione desde la política”. Pese a ello, la consejera sí reconoció que era “un paso importante” que el PSOE haya reconocido que en Cataluña existe un “conflicto político” durante las negociaciones que los socialistas y de ERC tienen para negociar la investidura. En esa línea, reclamó estar “a la altura del momento político y encarar el conflicto con valentía”.

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Para Torra, el escenario es establecer un marco bilateral de relaciones para plantear su reivindicación del “derecho de autodeterminación” y lo que la Generalitat denomina el “fin de la represión”, en referencia a los procesos judiciales abiertos.

La forma de encarar esa bilateralidad es la que está en negociación entre los socialistas y Esquerra, sin que hasta ahora se haya concretado cómo ha de ser esa mesa de negociación. La portavoz republicana insistió en que Torra es quien debe “liderar y encabezar” esa mesa negociadora, un planteamiento que encuentra reticencia en los socialistas, partidarios de una mesa en la que estén representados los partidos.

La llamada a Torra es un gesto sobre todo a ERC, para que pueda utilizarlo en su intento de reconducir las relaciones con Junts per Catalunya, el grupo que lidera el prófugo Carles Puigdemont. Pero ni los republicanos ni el PSOE quieren convertir al president, al que ven cada vez más aislado y al borde de la inhabilitación por desobediencia, en un referente del futuro diálogo político, según fuentes de la negociación. El hombre clave de esa ecuación es Pere Aragonés, vicepresidente y figura destacada de ERC al estar Junqueras en prisión. Por eso el PSOE prefería la fórmula de la mesa de partidos, que no daba el protagonismo a Torra, pero los republicanos han insistido en que necesitaban ese reconocimiento institucional del president, que Sánchez recuperara el contacto con él, para poder seguir la negociación del asunto central, esto es, el “instrumento del diálogo”, la formula de la mesa entre Gobiernos para debatir posibles salidas al “conflicto político en Cataluña”. José Luis Ábalos, uno de los negociadores, aseguró en TVE que se está trabajando para ver cuál sería ese instrumento “y su encaje en el ordenamiento jurídico”.

Nada más llegar a Bruselas para participar en la cumbre europea, Sánchez mostró de nuevo que está dispuesto a hacer todos los gestos necesarios con ERC, asumiendo el coste político que pueda tener, para lograr la investidura. Sánchez aprovecha sus comparecencias públicas para lanzar mensajes positivos hacia los republicanos, a los que criticó con dureza durante la campaña electoral. Y de paso para reprochar al PP que le niegue una abstención que le permitiría no depender de los votos de ERC.

“Después de las elecciones hay tres opciones: o se forma Gobierno, o se facilita, o se bloquea. PSOE y Podemos hemos dejado a un lado nuestras rencillas para formar un Gobierno progresista, ilusionante, por primera vez en la historia en coalición. Otras formaciones han decidido no bloquear, como el PNV y algunos regionalistas. Y tengo que agradecer a ERC que haya levantado la mano y haya dicho que no se desentiende de que se pueda facilitar la gobernabilidad”, dijo Sánchez.

“Y luego está el PP y la ultraderecha, que dicen que van a bloquear”, prosiguió. “De la ultraderecha lo espero, pero no de un partido que va dando lecciones de constitucionalista; que después de haber votado los españoles cinco veces este año, y siempre ganando el PSOE por bastante distancia, continúen en el bloqueo”.

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