Definitivamente no es buena idea intentar defender la titularidad innegociable de Karim basándose en la fría estadística. El delantero francés marca menos de lo que merece el número que lleva en la espalda y da menos asistencias directas de gol de lo que algunos pretenden vender. Pero Benzema es intocable para Zidane más allá de los números; el entrenador, defensor del talento puro, entiende que el fútbol asociativo, la capacidad para aguantar el balón ante las defensas más exigentes y su habilidad para mantener bajas las pulsaciones cuando la cosa se complica, son suficiente bagaje como para considerarle un súperclase.

En realidad podemos escuchar mil debates o sesudas reflexiones, pero la verdadera razón por la que el galo es casi siempre titular es simple: es con el que más cómodo se encuentra Cristiano Ronaldo. Punto final. A partir de ahí cabe todo lo demás. Mientras que el portugués siga marcando 40 goles por temporada será complicado llevar la contraria a esa conclusión, pero ha bastado un mal arranque goleador de CR7 para que vuelvan las dudas al personal sobre la necesidad de contar con un ‘9’ puro en la plantilla. El debate es bonito y futbolero, pero intrascendente porque los que toman las decisiones en el club lo tienen claro y para ellos no existe mejor delantero para este vestuario que Benzema. Aceptamos pulpo, pero tampoco es necesario vender burras: ni muchos goles, ni tantas asistencias como nos quieren hacer ver.