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LEGANÉS

Los problemas aéreos en defensa traen de cabeza al Leganés

Ha encajado ya diez goles en cinco jornadas. La mitad llegaron tras jugadas aéreas y de ellos, cuatro directamente de cabeza. Diez pepineros superan los 1,85 metros de estatura.

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Los problemas aéreos en defensa traen de cabeza al Leganés

El Leganés es, junto con el Rayo Vallecano, el segundo equipo más goleado de Primera División. Ya le han metido diez goles en cinco partidos. El ranking tiene truco. Porque el Huesca ocupa la primera plaza con trece dianas en contra, eso sí, después de ver como en un solo encuentro, ante el Barça, encajaba ocho. De no haber sido por aquel escarnio, ahora el Lega residiría seguramente en el lugar de los oscenses. El asunto es grave. Quizá la causa principal del farolillo que ocupan los pepineros. Un boquete que trae de cabeza al equipo. Literal. 

Porque de esos diez tantos encajados, la mitad llegaron después de sufrir problemas aéreos. Cuatro fueron goles directamente anotados con la testa y el quinto se produjo tras una segunda jugada propiciada también por un pase de cabeza. Hagamos cuentas. 

Balance aéreo 

El 1-0 del Athletic en la primera jornada fue de Naskolaín. El joven central vasco se coló entre Siovas y Carrillo para rematar un centro al primer palo. En la tercera jornada, ante el Real Madrid, Benzema hizo el 2-1 también de cabeza. El francés le ganó la espalda a Jonathan Silva y remató fácil el centro de Asensio. Pareció falta. No lo fue. El VAR acabó por dar validez a la acción. 

Ya en la cuarta jornada, contra el Villarreal, el Leganés perdió por un giro de cuello. Bacca remató al segundo palo un balón suave servido por Layún en una falta escorada a la izquierda del ataque castellonense. La marca del colombiano era de Carrillo. El último gol que ha encajado Cuéllar por un testarazo sucedió ayer mismo. Ante el Eibar, Kike García embocó sencillo un latigazo al larguero (también de cabeza) de Sergi Enrich. 

¿Y el quinto gol propiciado por problemas aéreos? Ése se produjo en el Bernabéu. Bale anotó el primer tanto del encuentro después de una asistencia de Carvajal, que le ganó la espalda a Jonathan Silva con un suave salto. El defensa nacido (casualidad) en Leganés la puso también con la cabeza. 

Diez torres en Butarque 

Las dificultades aéreas de los blanquiazules sorprenden. Primero, por una cuestión de pura fisonomía. Este verano a Butarque le han crecido las ‘torres’. Diez futbolistas de su plantilla superan los 1,85 metros de estatura y de ellos, tres están por encima del 1,91. Son Lunin (aún inédito), Carrillo y Vesga. Los otros siete son Omeruo y Merino (también inéditos), Ezequiel, Nyom, Siovas, Gumbau y En-Nesyri. 

De estos diez ‘tallos’, siete han sido firmados este verano, lo que demuestra la preocupación de Pellegrino por tener jugadores altos en su plantilla para, precisamente, blindar su meta y aprovechar en ataque los balones que vuelan con nieve. Por ahora no le está funcionando. 

Sucede, además, que estas dificultades defensivas merman una virtud que se hizo básica en Leganés durante las cinco temporadas que Garitano estuvo dirigiendo a los pepineros. Atrás eran (casi) impenetrable. Así, en su primera campaña en Primera, encajó 51 goles y en la segunda, 55. Ahora ya suman diez en apenas cinco encuentros. Una quinta parte de los registros de la pasada temporada cuando apenas se ha disputado una décima parte del campeonato.

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