Las lágrimas de Ferdinand al recordar a su esposa

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La vida de Rio Ferdinand sufrió un cambio dramático a causa del fallecimiento de su esposa Rebecca Ellison en 2015, a causa de un cáncer de mama. Quien fuera referente indiscutible de la defensa del Manchester United en la primera década del siglo XXI intenta superar, dos años después, el golpe que para él supuso quedarse viudo con sólo 36 años, y con tres hijos pequeños a su cargo. 

Ferdinand, que dejó el fútbol apenas un mes después del fallecimiento de su mujer, reconoce que la situación le superó por completo, hasta el punto de caer incluso en la bebida. Acostumbrado, según él, a "no mover ni un dedo" en la vida real, se sintió abrumado a todos los niveles. La responsabilidad le desbordaba. Y se veía incapaz de realizar las actividades o gestiones más cotidianas. Cómo, por ejemplo, "llamar a un médico. No tenía ni idea de cómo hacerlo".

"En el fútbol no se levanta un dedo hasta que entras al campo para para jugar", expuso gráficamente Ferdinand en declaraciones a Radio Times, previas a la emisión en la BBC de un documental sobre su vida titulado "Rio Ferdinand: Ser padre y madre" . El video muestra cómo el ex jugador del United se derrumba ante las cámaras.

"Nadie está preparado para sufrir una pérdida así. Antes de irse, ella me dijo que sería un papá y una mamá estupendo para los niños. Yo nunca pensé que pasaría. Pero ella se marchó diez semanas después de diagnosticársele el cáncer. Ahora sé que necesito ayuda", explica.

"Al principio bebía mucho por las noches después de acostar a los niños. Hasta que un día me desperté, y no era capaz de llevarles al colegio. Incluso tuve un accidente de coche. Y me di cuenta de que no podía seguir así. Sufrí ataques de pánico", revela el ex central inglés.

Ferdinand reconoce que, durante su etapa como futbolista de élite, "todo me lo daban hecho. Cuando te sientas (en el vestuario), tu equipación está ya en tu casillero. Y cuando te cambias, la tiras al suelo y la dejas. Luego viene alguien, la recoge y se la lleva. Lo mismo ocurre con las botas, llenas de barro", explica. Y pone otro ejemplo como los desplazamientos en avión con el equipo: "Cuando llegas a un aeropuerto, ni siquiera miras un cartel, sólo tienes que seguir los pies de otros".

Y en su vida familiar sucedía algo parecido: "Cuando nos íbamos de vacaciones, todo lo que tenía que hacer era preparar mi propia maleta", ya que su mujer ya había hecho todo lo demás.

"Ahora entiendo la importancia que tenía como madre. Nosotros los hombres somos ignorantes. Muchas mujeres cuidan de la familia y del hogar, y creemos que eso no es un trabajo. Es un trabajo muy duro", indica.

Ferdinand expone además que lo más difícil para él fue cómo tratar a sus hijos, y ayudarles a superar su tristeza: "Pensé que, hiciera lo que hiciera, nunca sería suficiente para ellos".

El principio, el ex defensa trató de no exteriorizar su pena intentando mantenerse ocupado. Pero poco a poco fue habituándose a la bebida. Y entonces decidió ponerse en manos de profesionales para superar su crisis personal: "Uno no quiere que la gente le compadezca. En la cultura machista que me rodeaba, cuando alguien se sentía así, parecía que fueras débil", lamenta.