La noticia es que no hay noticia. Gerard Piqué ha dejado de ser el gran protagonista y por primera vez en casi tres años el central no es el tema principal de conversación en torno a la Roja. De hecho, desde que Lopetegui concentró a los jugadores el lunes por la noche, nadie ha hablado del central azulgrana. Al fin, parece que el asunto Piqué ya es historia.
Todo empezó después del triplete de 2015 y de aquella famosa mención a Kevin Roldán en la celebración. Poco después, la selección jugó en León en junio y Piqué fue abucheado por la afición local, hasta el punto de que Del Bosque, entonces seleccionador, estuvo a punto incluso de suspender el entrenamiento.
A partir de entonces, los pitos a Piqué se convirtieron en un clásico en cada partido que la selección jugaba en casa. Se olvidó el tema Kevin Roldán y apareció el asunto político, hasta el punto de que Piqué tuvo que comparecer de forma especial ante los medios en Madrid el pasado 4 de octubre para aclarar su postura y recodar que nunca ha dicho que fuera o no independentista.
Antes tuvo que sufrir pitadas en casi todos los campos, se le llegó a acusar de cortar las mangas de la camiseta para que no se viera la bandera de España o se congelaba la imagen cuando movía los dedos mientras sonaba el himno para que pareciera que hacía un gesto ofensivo. Todo valía para ensuciar la imagen de Piqué.
Y mientras tanto, en cada rueda de prensa y cada entrevista, el seleccionador y sus compañeros le defendían una y otra vez y recordaban el compromiso que siempre ha demostrado Piqué con la Roja. Esta semana, al fin, Piqué ha dejado de ser el tema de conversación y no ha habido ni una sola pregunta al respecto. Los compañeros que han pasado por la sala de prensa lo han agradecido. Ni siquiera ayer se le preguntó a Ramos por Piqué y sus charlas por ‘WhatsApp’.
Sigue el amistoso Alemania - España en directo