fricción energética

Usa tu ropa para cargar el móvil

Científicos chinos crean microchips que permiten suministrar energía a los 'smartphones' frotándolos con las prendas de vestir

Una mujer limpia la pantalla de su teléfono móvil.

Una mujer limpia la pantalla de su teléfono móvil. / periodico

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Primero fueron los cables de cárga rápida, luego las baterías externas, los inalámbricos o los cargadores que funcionan con batería solar.  También el dos en uno: cargador de móvil y enfriador de bebidas unidos en una tumbona de playa. ¿El próximo gran invento para cargar el móvil? Tan sencillo como frotarlo con la ropa. Un equipo de científicos de la Universidad del Sudeste de China ha logrado diseñar un material piezoeléctrico maleable que, incorporado a los teléfonos móviles, permite suministrarles energía con el roce.

El invento se basa en la energía piezoeléctrica, que proviene del griego 'piezo' (estrujar) o 'piezen' (presionar) y 'elektron' (ámbar, una antigua fuente de carga eléctrica). Esta ya es una energía presente en nuestro día a día en objetos como los mecheros eléctricos o las pastillas que se utilizan en instrumentos como las guitarras eléctricas, o en cosas más sofisticadas, como lanzagranadas o motores de combustión interna.

El descubrimiento de estos científicos chinos ha sido el poder desarrollar este tipo de energía en materiales más manejables, tal y como se publica en el número de julio de la revista 'Science'revista 'Science'. Hasta ahora se había utilizado en superficies duras como las cerámicas, difíciles de usar en componentes electrónicos.

Materiales manejables

Según los diseñadores, el nuevo material descubierto es no solo más manejable que las cerámicas piezoeléctricas, sino también más barato, ligero y respetuoso con el medio ambiente. Gracias a esta innovación, puede comenzar a estudiarse la fabricación de móviles que integren la carga por fricción.

Este nuevo material empleado se llama perovskita, una estructura química que también se ha estudiado para la producción de energía solar a bajo coste.

Debido a sus propiedades, este material permitirá llevar la piezoelectricidad a aparatos tan pequeños como un microchip, según explican los investigadores chinos.