PAÍS VASCO

La prórroga de los Presupuestos vascos, en manos de las pensiones

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La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte. ARABA PRESS

Este año 2018 es el año de los pensionistas. Sus movilizaciones han supuesto toda una revolución, con gran capacidad de influencia sobre las decisiones políticas: su primer gran triunfo, la revalorización de las pensiones ligada al IPC. Ahora, sin quererlo, pueden condicionar la aprobación de los presupuestos vascos o llevarlos a la prórroga.

Si EH Bildu cumple su advertencia, sólo habrá cuentas si hay partidas suficientes para complementar las pensiones vascas: «O hay partidas suficientes para los pensionistas o no hay presupuesto», insistió ayer la parlamentaria Maddalen Iriarte, dando visos de realidad a la posibilidad de que se produzca una prórroga presupuestaria.

La negociación de las cuentas entra en la semana decisiva. Hoy lunes el consejero Azpiazu se reunirá con el PP, aunque la reunión tendrá un carácter más protocolario que otra cosa, ya que los populares han dejado claro por activa y por pasiva que no entra en sus planes aprobar las cuentas.

Desmarcado Elkarrekin Podemos, que ha dado por «agotada» la negociación, al Ejecutivo sólo le queda la opción de las dos abstenciones que le ofrece EH Bildu. Iriarte ratificó ayer que la última propuesta de Azpiazu no es «suficiente» e instó al Gobierno a «elegir»: «El PNV tiene que decidir si quiere unos presupuestos que atiendan a las necesidades de la gente o si van a prorrogar unos presupuestos que ellos mismos pactaron con el PP. El Gobierno vasco debe elegir», señaló.

Iriarte respondía de esta forma a al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, que el sábado emplazaba a la coalición soberanista a que «elija entre ayudar a los pensionistas o al PP para que no haya cuentas públicas».

La última oferta puesta sobre la mesa por Pedro Azpiazu suponía negociar con EH Bildu el destino de 48 millones en 2019 y de otros 32 millones en 2020 y ofreció subir las pensiones más bajas mediante un aumento general de la Renta de Garantía de Ingresos del 3,5% los dos próximos años, frente al 2,5% que estaba previsto. Este incremento afectaría a todos los perceptores y se activaría una campaña ya prevista para dar a conocer a los jubilados con las pensiones más bajas la posibilidad de complementarlas a través de las ayudas sociales del Gobierno vasco. El Ejecutivo insiste en que a través de la RGI es la única forma de la que dispone para completar las pensiones, ya que no tiene competencia sobre estas prestaciones. «Es una cuestión de voluntad», replican desde EH Bildu. Hay que recordar que frente a los 48 millones que oferta Azpiazu, EH Bildu pedía nuevas partidas por 440 millones.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, también se refirió ayer a la negociación presupuestaria. Erkoreka afirmó que el Ejecutivo espera de EH Bildu una respuesta «acorde» al contenido «intensamente social» de la oferta presupuestaria que le ha hecho el Gobierno. Tras participar en el homenaje al gudari José Moreno al cumplir cien años, consideró que la oferta realizada a EH Bildu es la «más clara y contundente de la última década para mejorar las condiciones de vida de las personas con las rentas más bajas, a través de la RGI y de políticas de empleo». «Si el presupuesto del Gobierno vasco ya era intensamente social en comparación con las instituciones de nuestro entorno, ahora es más social aún, es una vuelta de tuerca adicional», dijo. Erkoreka señaló que la coalición abertzale tendrá ahora que analizar «en profundidad» esa oferta, pero avisó de que es «muy difícil» para el Gobierno ir más allá.

Para curarse en salud, desde el Ejecutivo vasco, diferentes consejeros, y también el lehendakari, han señalado varias veces que una prórroga no sería una «catástrofe».

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