España

Atribuyen "delito de riesgo catastrófico" al investigado por la explosión de Tui

GALICIA

El dueño de la pirotécnica que explotó en Tui, Francisco González Lameiro, sale del juzgado S. Sas EFE Vídeo: EL MUNDO

El Juzgado de Instrucción número 1 de Tui (Pontevedra) que investiga la devastadora explosión de un almacén clandestino de material explosivo atribuye al propietario de la pirotecnia un delito de riesgo catastrófico en la modalidad de delito de riesgo provocado por explosivos y otros agentes.

El hombre, Francisco González Lameiro, pasó este viernes a disposición judicial tras ser detenido por la Guardia Civil el miércoles, día de la explosión. Tras declarar ante la juez, fue puesto en libertad, pero con la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado y en calidad de investigado por riesgo catastrófico y también por los delitos de homicidio imprudente por las dos personas fallecidas en la explosión.

La lista de delitos que le atribuye la juez de Tui se completa con otros relacionados con las consecuencias de su imprudencia al almacenar más de mil kilos de explosivos en un almacén clandestino que no estaba declarado y no cumplía los requisitos legales de seguridad. En concreto, le atribuye daños imprudentes y lesiones imprudentes.

Hasta el momento no ha trascendido la declaración del propietario de la pirotecnia La Gallega durante las cuatro horas que permaneció en el juzgado, pero fuentes consultadas por EL MUNDO indicaron que en su declaración ante la Guardia Civil no reconoció ninguna responsabilidad en la explosión, pero sí relató que tan sólo él tenía las llaves del almacén clandestino en el que explotó, una construcción anexa a una vivienda que estaba deshabitada y que era propiedad de un familiar.

La investigación sobre la explosión sigue en marcha y todavía no se ha podido establecer el origen de la explosión, de la que el único sospechoso se declara inocente. De todas formas, a la espera de determinar si se trató de una deflagración espontánea o causada por alguna persona o agente externo, a él se le atribuyen esos delitos por la imprudencia de haber tenido almacenado sin control ni medidas de seguridad tal cantidad de material explosivo.

Los daños personales fueron los más graves, pues dejó dos fallecidos, un matrimonio de origen marroquí cuyos cadáveres fueron localizados entre los escombros de su casa -muy próxima a la de la explosión en Paramos- y que deja dos niños de 8 y 13 años huérfanos; y 37 heridos.

En todo caso, no se deben olvidar los daños materiales de una ola expansiva que ha dejado un cráter en la zona cero que se calcula en 1.700 metros cuadrados de diámetro e imágenes de devastación asimilables a graves catástrofes naturales o conflictos armados.

La grave explosión se dejó sentir en municipios de todo el sur de la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal y su ola expansiva causó daños en varios kilómetros a la redonda, dañó un centenar de viviendas y dejó reducidas a escombros una veintena y otra treintena con daños estructurales.