España

ESPAÑA

Acuamed admite el despido improcedente de la ingeniera que se negó a corromperse en Flix

La ingeniera Azahara Peralta, despedida por la empresa Acuamed
La ingeniera Azahara Peralta, despedida por la empresa Acuamed SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

Acuamed admitió ayer en sede judicial que el despido de la ingeniera agrónomaAzahara Peralta, que se negó a corromperse en los hechos que investiga la Audiencia Nacional en las obras del embalse de Flix (Tarragona), fue improcedente. Sucedió en el procedimiento de lo Social en que la ex directora de obra de Flix, apartada por negarse a beneficiar a FCC con un contrato de 36 millones de euros según su versión, reclama a la empresa pública su readmisión.

"Me despidieron de Acuamed porque no me plegaba a hacer cosas irregulares. Por no corromperme. Lo camuflaron como despido disciplinario, pero la realidad era que yo y unos cuantos más nos negábamos a hacer cosas manifiestamente ilegales, aunque recibimos enormes presiones", declaró en su momento Peralta a este diario. Ayer Acuamed admitió que su despido había sido improcedente.

Peralta, según su versión, fue despedida de Acuamed a mediados de 2015, después de soportar presiones de Acuamed y FCC para permitir, como responsable de la descontaminación del embalse de Flix, que se le pagaran 36 millones más a la constructora por trabajos ni acreditados ni siquiera realizados, sino futuribles.

"Empezó siendo de 34 millones, pero un tiempo después había subido hasta los 70 millones, y todo por modificaciones del proyecto que decían que se habían realizado, pero también por muchas otras futuribles, que decían que se iban a hacer. Yo rechacé esa reclamación, porque les dije que cuando terminara la obra ya revisaríamos las modificaciones, pero no podía aprobar cambios que ni siquiera se habían realizado. Cuando me reclamaban los 70 millones, en una reunión llegaron a decirme que si lo dejábamos en 40 se quedaban conformes", señaló.

Con el trato de favor de Flix la empresa pública intentaba compensar, sostienen los investigadores, el conflicto surgido en otra obra, la de Bajo Almanzora, donde una riada destruyó una desaladora construida por FCC para Acuamed y justo en ese momento sin cobertura de seguro. La idea era, cree la Guardia Civil, compensar a FCC irregularmente en Flix en un esquema corrupto que incluía sobornos para varios responsables, entre ellos el propio director general de Acuamed, Arcadio Mateo.

Sin embargo, los responsables técnicos de la obra de Flix, la mayor descontaminación hídrica realizada jamás en España, se negaron a validar el plan. Así, fue despedida la máxima responsable de la obra, Gracia Ballesteros, que ya ganó hace un año el pleito laboral a la empresa. Y lo mismo sucedió con Azahara Peralta, que fue expulsada de la empresa y cuyo juicio iba a celebrarse el pasado febrero, pero fue pospuesto hasta ahora.

Acuamed se avino ayer a admitir la improcedencia del despido, pero en la cuestión de la nulidad, que otorgaría más derechos a Peralta, alegó que mientras Ballesteros ya había denunciado los hechos en 2014, Peralta no avisó de las presiones y coacciones hasta que fue despedida. Sin embargo, la defensa de la ingeniera aportó un cruce de correos entre Acuamed y FCC, fechado en los momentos en los que se despidió a la directora de obra de Flix, en el que se establecía como objetivos de ambas partes en la negociación sobre la obra "trabajar en la diferencia de posiciones" y "Acuamed cambia responsable para facilitar la labor".

La última frase prefigura la salida de Azahara Peralta de la empresa pública, admitida ayer por Acuamed como improcedente. Ahora la sentencia del juzgado de lo Social número 20 de Madrid deberá establecer si el despido es además nulo