El 'número dos' de Gürtel: "Nunca he entregado ni un céntimo a Bárcenas"

Todo sobre la 'trama Gürtel'

Álvaro Pérez, el Bigotes, ha negado hoy ante el tribunal del caso Gürtel que hiciera regalos a la ex ministra de Sanidad Ana Mato. Lo ha hecho en dos ocasiones a preguntas de su abogado. "¿Regaló algo a la señora Ana Mato? No". "¿Pagó obsequios a Ana Mato? No".

Pese a ello, el acusado sí ha reconocido su firma en un resguardo con la rúbrica "compra obsequio Ana Mato", si bien no ha ofrecido explicación de qué hacía ahí su firma. El documento incluye también la firma un ex responsable de las empresas de Francisco Correa. "¿Qué cantidad indica?", le ha preguntado su abogado. "180 euros. Barato, ¿eh?". La pregunta sobre la cuantía se debe a que los informes policiales hablan de 480 euros, puesto que la grafía del primer número es confusa.

El documento no precisa el "obsequio" a que se refiere. Otro documento incorporado por la Policía en sus informes sí refleja el pago de 610 euros en Louis Vuitton por una estola y un echarpe que, según los investigadores, fueron para la ex ministra.

Álvaro Pérez también ha negado que se encargara de organizar o pagar fiestas familiares -comunión, cumpleaños- de la familia Mato-Sepúlveda por valor de algo más de 4.000 euros. Correa reconoció haberlo pagado, pero el Bigotes ha negado que él participara en ello. "No sabía ni que se había celebrado ese cumpleaños. En esa fiesta no me colé. Yo estaba para eventos mayores, no estaba para cumpleaños". Y ha resaltado que si no fuera así, alguien de los que estuvieron presentes podría recordarlo. "Yo en esa época no pasaba desapercibido, llevaba un bigote espléndido".

A preguntas de su abogado, el acusado ha repasado su relación con los políticos populares que le acompañan en el banquillo. Sobre Bárcenas, ha afirmado que nunca le entregó dinero ni tuvo trato profesional con él. "¿Entregó algún dinero al señor Bárcenas?". "No, no sabía ni que existía. Una vez en un mitin pregunté quién era ése y me dijeron que era el gerente. Jamás le he entregado nada de nada de nada. Lo más que le he dado han sido los buenos días. Cuando yo iba a Génova a discutir cómo iba a ser el evento hablaba con Sepúlveda y a veces con Juan Carlos Vera".

En cuanto a la entrega de 72.000 euros a "Luis el cabrón" anotada en la contabilidad B como vinculada a Álvaro Pérez, ha explicado que no era un pago a Bárcenas, sino al empresario Luis Delso, que le había hecho un préstamo. Y que el apodo lo eligió él, "porque era un tipo serio que no se reía ni con un chascarrillo". Ha añadido que era imposible que Correa le confiase esa cantidad a él, tanto porque era un desastre con el dinero como porque iba a ver a Bárcenas él mismo "10 minutos después".

Tampoco a Jesús Sepúlveda, que tras gestionar los actos electorales del PP fue alcalde de Pozuelo de Alarcón, le dio ningún sobre: "No. Nunca estuve con él a solas en su despacho, siempre había alguien más".

En la vista se han escuchado varios pinchazos telefónicos relacionados con otras supuestas entregas de dinero. Una de ellas a alguien señalado como "Chonchi". El acusado ha desvelado que era asó como llamaba a su tía Asunción. "La Fiscalía tiene una obsesión tremenda con mi tía Chonchi", ha zanjado.

Anticorrupción pide para Álvaro Pérez cinco años y dos meses de prisión por los delitos de cohecho continuado en la investigación relativa a Pozuelo de Alarcón.

Aznar, "con cara de mala leche"

El acusado se ha descrito, como anticiparon Pablo Crespo y Francisco Correa, como un trabajador muy bueno en la parte artística y muy malo en lo económico. "Soy un desastre", ha reconocido. El Bigotes ha alardeado de las innovaciones que introdujo en los actos y mítines del PP. Antes de que Correa asumiera su organización, ha dicho, esos mítines eran "grises", con una iluminación "rocanrolera" y un aire general "rancio". "Eso había que cambiarlo", ha dicho, "por una imagen más fresca". El resultado de la nueva estática e iluminación fue tan bueno que se llegó a especular que José María Aznar, que solía aparecer con "cara de mala leche", se había hecho "un lifting".

Álvaro Pérez ha sido el primero de los acusados en el juicio de Gürtel que no ha aceptado responder a las preguntas de la Fiscalía. Así lo ha comunicado este viernes al tribunal de la Audiencia Nacional al sentarse frente al micrófono en la undécima jornada de vista oral.

También ha pedido al presidente del tribunal que le interrumpa. "Si ve que mi vehemencia me lleva al desastre me avisa. Y si se me escapa algún taco también, porque yo soy defensor del taco, como Camilio José Cela".

Los cinco acusados que le han precedido a Álvaro Pérez sí aceptaron las preguntas de la Fiscalía, si bien únicamente el supuesto número dos de la trama, Pablo Crespo, respondió a todas las partes personadas, incluidas las acusaciones populares. El presunto cabecilla, Francisco Correa, dijo que también iba a hacerlo, pero finalmente su abogado le convenció para limitar sus respuestas a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado.