Cataluña

La delegada del Gobierno en Cataluña, partidaria de indultar a los líderes independentistas

El presidente de la Generalitat, Quim Torra (d), habla con la delegada del Gobierno en Cataluña Teresa Cunillera (i), antes de realizar la ofrenda floral ante la tumba de Rafael Casanova en Sant Boi de Llobregat Quique GarcíaEFE

El PP registrará este lunes una Proposición de Ley para prohibir los indultos a condenados por sedición y rebelión

El Gobierno, a través de su delegada en Cataluña, apostó este sábado abiertamente por indultar a los independentistas encarcelados por promover la consulta ilegal del 1-O y proclamar unilateralmente la independencia si el Tribunal Supremo acaba condenándolos.

Teresa Cunillera se declaró «partidaria» de conceder el indulto a la cúpula del procés siempre y cuando los condenados acepten la sentencia y soliciten el perdón de las penas, como es preceptivo. «Pero tienen que pedirlo, ¿eh?», subrayó la representante del Ejecutivo socialista en Cataluña, consciente de que Oriol Junqueras, -presidente de ERC y ex vicepresidente del Govern-, ha manifestado públicamente en los últimos días que no pediría el indulto porque significaría aceptar que es culpable de un delito que no reconoce haber cometido.

La reacción del PP fue inmediata. Pablo Casado anunció que su partido presentará el lunes una proposición de ley en el Congreso para prohibir los indultos a condenados por sedición y rebelión, delitos que se le imputan a los dirigentes independentistas procesados. El presidente popular tomó así la iniciativa para evitar que «el golpe al Estado perpetrado por los independentistas quede impune por culpa de un presidente del Gobierno que le debe su cargo a los que quieren romper España».

Casado dio por constatado que Pedro Sánchez sigue cediendo al «chantaje» de los nacionalistas que respaldaron la moción de censura contra Mariano Rajoy para expulsarlo de La Moncloa e instó al Ejecutivo socialista a no permitir una «humillación» al Estado por parte de los que «intentan romper la convivencia y la concordia nacional».

También Ciudadanos, la tercera de las fuerzas que respaldó la aplicación del artículo 155 para frenar al Govern de Carles Puigdemont, se echó las manos a la cabeza al comprobar cuáles son las intenciones que empieza a esbozar el Ejecutivo de Sánchez. «Para nosotros ni indultos a políticos que han dado un golpe de Estado, ni pactos con los nacionalistas mientras miran hacia otro lado», manifestó la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas.

La cerrada oposición del resto de fuerzas constitucionalistas a dejar sin castigo a los cabecillas del procés obligó a la delegada del Gobierno en Cataluña a maquillar sus pretensiones. Tras haber abierto de par en par la puerta a los indultos, Cunillera se opuso a «especular» sobre lo que suceda una vez se dicte la sentencia contra los separatistas procesados, algo que el Tribunal Supremo prevé hacer después de las elecciones municipales del mes de mayo. La socialista reclamó «no hablar de futuribles ni pronunciarse sobre hipótesis relacionadas con procesos judiciales» y expresó su «respeto a la independencia judicial y a la separación de poderes», justo después de haber anticipado la respuesta del Gobierno a la sentencia del Alto Tribunal.

Dos ministras acudieron a taponar la vía de agua abierta por Cunillera. La titular de Política Territorial y principal interlocutora del Govern, Meritxell Batet, recurrió al argumentario esgrimido por la delegada del Gobierno para enmendar sus primeras declaraciones y también sostuvo que «el Gobierno respeta al poder judicial, su independencia y profesionalidad, y considera que hay que dejar trabajar a los jueces, y por tanto, no avanzar escenarios que ignoramos si se producirán».

Del mismo modo, la ministra de Hacienda consideró que «no ha lugar» hablar de posibles indultos a los independentistas procesados por quebrantar el orden constitucional. «No cabe hablar más de esa cuestión puesto que todavía no se ha celebrado ni siquiera ningún juicio», dijo María Jesús Montero.

Ninguno de los miembros del Gabinete de Sánchez descartó, en cualquier caso, el perdón de las eventuales penas impuestas a los líderes del proceso independentista catalán que se sentarán en el banquillo en los próximos meses.

No es la primera ocasión que el socialismo defiende el indulto a Puigdemont, Junqueras y el resto de implicados en la organización del 1-O. El primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ya manifestó durante la campaña de las elecciones autonómicas del 21-D que apuesta por el indulto para «cerrar heridas» y favorecer la «reconciliación entre catalanes». El líder del PSC tuvo que retractarse y asumir que su propuesta era «prematura» días después de que el PSOE se desmarcara y la tildara de «ocurrencia». Hoy es el Gobierno quien abraza el perdón a los dirigentes que declararon la independencia de Cataluña el pasado 27 de octubre.